DESCUBRIENDO Un camino de letras: febrero 2012

lunes, 20 de febrero de 2012

Amor sin arrugas


A Carlota no le había quedado otro remedio que acudir a la consulta médica de la Seguridad Social. Hacía tres noches que no dormía por culpa de esa voz que le martilleaba la cabeza, jactándose de lo aburrida y miserable que era su vida.
Mientras esperaba su turno en una silla de plástico blanca, sacó del bolso el libro del Retrato de Dorian Gray para leerlo por quizá quinta vez en su vida. No podía remediarlo, estaba enamorada de esa idea de belleza. Carlota detestaba las arrugas, siempre llevaba el pelo liso como una tabla. Se vestía con camisas y pantalones de pinza que planchaba con primor, no porque le gustaran las camisas sino porque a Carlota le pirraba planchar. Planchaba sábanas, manteles, calcetines, tangas, fundas de cojín y todo aquello que pudiera recibir una buena repasada. Por supuesto no le gustaba nada la idea de envejecer, no por el hecho de ser mayor sino por tener arrugas en la cara y no poderlas planchar. Le encantaría tener un cuadro que envejeciera por ella, pero imaginaba que sería algo que no podría costearse. Dorian era un aristócrata, ella una simple cuarentona parada. Pero no estaría mal adoptar un perro que primero fuera un Beagle y con los años fuera convirtiéndose en un Shar pei.    

 Carlota consultó el reloj y resopló al comprobar que llevaba media hora esperando. Por el rabillo del ojo se dio cuenta de que su queja había llamado la atención de un hombre. Carlota levantó la vista y se topó con una sonrisa tímida. Su mirada avellanada huía tras las gafas como queriendo aparentar que no la había visto. Sus manos grandes y bien cuidadas pasaban página de un libro cuyo título no alcanzaba a leer.

lunes, 13 de febrero de 2012

El señor del Tibidabo

Melanie Rostock

A María Soledad le gustaría encontrar un trabajo que no fuera el de fregar suelos. Lo respetaba y también a las personas que se ganaban la vida sudando en las escaleras de los edificios de Barcelona, en los lavabos de los centros comerciales y en oficinas. Ella misma llevaba años haciéndolo, pero María Soledad, a sus treinta y seis años, ya se había cansado. Su marido Francisco le preguntaba por qué había elegido un momento tan nefasto para cansarse de un trabajo, a él mismo le costaba grandes esfuerzos encontrar un lugar donde le necesitaran para pintar. Francisco siempre iba con la brocha en el bolsillo, como si fuera ya parte de él. María Soledad no se sorprendería si un día se lo encontrara durmiendo con ella cual niño con un peluche. María no quería pasarse el resto de su vida con un mocho y un cubo. 

-Lo tuyo es la brocha Francisco, lo mío no es el mocho -así se lo dijo muy seriamente y Francisco nunca se atrevía a llevarle la contraria cuando le miraba directamente a los ojos y le decía algo con tanta contundencia. 

Desde ese momento María Soledad no dejó de consultar el periódico un solo día. Se apuntó a todos los portales de trabajo en Internet y visitó todas las empresas temporales, pero la cosa estaba muy difícil y era consciente de ello. Las únicas ofertas  que recibía eran de limpieza y cuando las rechazaba, era mal vista. Una inmigrante sudamericana rechazando un trabajo en tiempo de crisis ¿Dónde se había visto eso? Estos prejuicios la sacaban de sus casillas.

lunes, 6 de febrero de 2012

Desperdicio de ideas

Ayer vi la película In Time. La verdad es que el inicio me creó grandes expectativas de lo que podría ser la película y no es. Un muy buen punto de partida gracias a una idea original que después se ve eclipsada por la acción y el papel plano de los personajes, estereotipados y sin alma. Podrían morirse mil veces sin que importara, aquí es cuando te das cuenta de que no están bien construidos. Pero quizá este no era el objetivo de la película, sino meramente la acción para entretener a todos los públicos. Es una pena pudiendo haber desarrollado mucho mejor la idea.



Me hizo pensar en The Island, también una idea estupenda que se pierde con la acción sin límites. Pero al menos en esta los personajes te aportan un poco más, tienen algo de entrañable. Esa inocencia propia de los niños. ¿Dónde quedaron las películas como Blade Runner? De acción pero con personajes elaborados (tanto el protagonista como el antagonista), inolvidables. ¿Es que no sabemos hacerlo mejor hoy en día?

jueves, 2 de febrero de 2012

Premio Gran Angular ¡Ya queda menos!



El fallo del concurso Gran Angular será en el mes de Marzo. Parecía que fuera ayer cuando envié la novela, pero ¡ya han pasado cinco meses! He sido muy paciente hasta ahora, casi no he pensado en ello. Pero a medida que pasan los días mi impaciencia crece. Es como cuando hace una hora que necesitas ir al baño y te aguantas, pero cuando estás a tres pasos de tu casa parece que no puedes aguantar más. Quizá no sea el mejor ejemplo, pero es el que se me ocurre ahora.
Hay un único primer premio con dotación de 50.000€. Aunque a la mayoría le pueda parecer lo más importante, para mí no lo es tanto, el mejor premio es la publicación y promoción. Es casi imposible ganar un concurso de un sólo premio con tantísimos participantes (muchos de ellos profesionales de la escritura). Pero si hay alguna posibilidad de que alguien descubra tu talento es en los concursos. ¡Crucemos los dedos!