DESCUBRIENDO Un camino de letras

viernes, 28 de diciembre de 2012

Felices Fiestas




En enero de 2012 empecé este blog con mucha ilusión, después se unieron mis colegas del grupo literario Bloomsbury que aportaron mucho más valor a los contenidos. Aprovecho estas fechas para darles las gracias porque sin ellos el blog no sería lo que es ahora. También le doy las gracias a nuestros seguidores que han estado ahí, pendientes de los relatos, reseñas y consejos. 

Para 2013 nos gustaría que todos aquellos que han conocido el blog durante este año nos sigan y comenten las entradas, para conseguirlo, tenemos mucho trabajo por hacer, y lo seguiremos haciendo con la misma ilusión. 

Nos vemos después de reyes.

Que tengáis unas Felices Fiestas y un próspero año nuevo. 



domingo, 9 de diciembre de 2012

Relato: "MUCHACHICA" (parte V y última), por Noel Rodriguez

De esta manera me convenció para volver a su casa, por tercera vez en tres noches. Pero a diferencia de las ocasiones anteriores, en que me dirigí hacia allí cual victorioso caballero que regresa al castillo donde reside su dama, ahora me encaminaba hacia la oscura fortaleza habitada por una criatura despiadada y maligna.
Atravesé el largo pasillo del rellano de su piso de un humor de perros. Me pregunté si algo de lo que me dirían las hermanas podría contribuir a aplacar mi enfado. De verdad que no quería que jugasen conmigo. La Muchachica había empezado a importarme, y podían hacerme mucho daño entre las dos. Me presenté ante la puerta. Inspiré hondo. Llamé.
Me abrieron las dos muchachicas. Una era Estela. Ahora lo sabía seguro. Aunque no podría decir con seguridad cuál. A juzgar por su rostro, ambas podían haber sido mi Muchachica. En esos momentos, ambas hermanas eran idénticas en todo. Ni rastro de las diferencias que me habían ayudado a diferenciarlas con anterioridad: ni las gafitas ni la indiferencia y frialdad de la hermanita repelente. Se las veía compungidas por igual. Supuse que la hermana se habría ganado una fuerte reprimenda.

Hola dije. Antes de nada: ¿quién es Estela?
Yo soy dijo la más próxima. La otra no habló.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Relato: "MUCHACHICA" (parte IV), por Noel Rodriguez

Estuve realmente chafado el resto del domingo. No era para menos. Supe que me había enamorado de nuevo. Precisamente de quién no debía. Me sentí como Camilo Sexto cantando Vivir así es morir de amor. Paseé. ¿Qué más se puede hacer? Quería llamar al Maikel, explicárselo todo. Hablar me podía ayudar también. Pero comprobé que mi móvil estaba muerto. Llevaba sin batería a saber cuantas horas. Pues nada. Ya habría tiempo para la confesión. Imaginé lo que me respondería en cuanto nos viésemos y yo le dijera: «Mira Maikel, lo que me pasó. Tenías razón, como siempre. Dos hermanas gemelas jugaron conmigo y después se escondieron en la identidad de la otra, sin reconocer quién de las dos era la que me había llevado allí en primer lugar». «Si ya te dije yo que aquella moza no te convenía, Enric, ¡que están p'allá! Yo las conocí en otra noche loca, me lo pasé de fábula y tal, pero después, cuando empezaron con sus tonterías y vi de qué palo iban, preferí salir corriendo. Y ya está. Mira, darte cuenta ahora, cuando todo acaba de suceder es casi lo mejor que te podría pasar. Imagina si hubieras llegado a quedarte pillado de una…»

domingo, 25 de noviembre de 2012

Relato: MUCHACHICA (parte III), por Noel Rodriguez

Creo que ya era pasado el mediodía cuando por fin recuperé la conciencia, merced a cierto intenso dolor en los bajos que no me dejaba dormir. Una de las hermanas seguía echada a mi lado. La otra no. Se había marchado.
El recuerdo de las advertencias del Maikel volvió. Ahora empezaba a comprender. ¿Me sería posible mantener una relación duradera con una chica que sabe que me he follado a su hermana con la misma intensidad con que me la follo a ella? ¿Cuánto tiempo se podría mantener una relación a dos bandas antes de que empezaran los celos?
Imaginé un futuro lejano con una relación más normalizada, sentándome a la mesa por Navidad, junto al resto de la familia y ver a Estela a nuestro lado, con sus gafitas y su cara de intelectual, simulando que nunca había ocurrido nada entre nosotros. Bueno, pues yo no sé ella, pero para mí sería una situación muy violenta. ¿Y si se echaba novio? ¿Con que cara miraría yo al pobre infeliz de quien he catado la parienta?
Ni siquiera se me pasó por la cabeza que el ménage à trois fuera a ser algo que pudiese sostenerse mucho tiempo. Tal vez una noche o dos más, a lo sumo, pero no me hacía fantasías acerca de lo que pudiera durar a medio o largo plazo. Lo pensé incluso por mi bien: ¿cuánto tiempo hubiera podido mantener el tipo frente a dos tiarronas de semejante calibre sexual? Me sería fácil hacerme el fantasma, claro. Pero no. Los tíos hemos de hacer el fantasma solo ante los demás. Cuando nos enfrentamos a la cruda realidad, hay que ser objetivos: dos noches más como aquella y acabaría en la UVI.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Reseña: Mátalos suavemente


TÍTULO ORIGINAL: Cogan’s Trade
TRADUCIDO COMO: Mátalos suavemente
AUTOR: George V. Higgins
EDITORIAL: Libros del Asteroide
ISBN: 978-84-15625-05-6
PRECIO: 16,95 €






Leí este libro a raíz de la película, pero antes de verla. Y, sí, me reconozco cómplice de ese momento de ventas masivas que supone adaptar un libro al cine. Y, ya que estoy con el discurso a los Óscar, le agradezco a Hollywood haberme hecho posible conocer la obra de George V. Higgins. Lo entiendo, ahora diréis, muy bien, ¿pero este libro de qué va?

SINOPSIS

Puede resumirse así. Tres ex convictos de poca monta atracan una partida ilegal de póquer pensando que el muerto le caerá encima a otro. Como es de esperar, la cosa sale mal. Se llevan el dinero pero “la organización” (él en el libro, ellos en la película) sospecha que alguien se la ha jugado y envían a Cogan a investigar. ¿Cogan? Brad Pitt. Jackie Cogan va tirando del hilo. Descubre que Markie, un tipo que ya había atracado la timba antes, no tiene nada que ver, que hay unos chiquillos que se han ido de la lengua y… hasta aquí puedo contar.

IMPESIÓN GENERAL

Este es un libro “de género”, un buen libro de género y no lo digo en el mal sentido de la palabra (para mí ese sentido no existe) sino con orgullo, es una buena novela negra, una de las fundamentales, un libro sobre el hampa, repleto de sicarios, de pringaos que tropiezan dos y tres veces con al misma piedra. 

La historia engancha y la trama es amena, la estructura de la novela es clara y a Higgins no se le escapa ni un detalle pero eso no es lo que define la novela. Lo que la define, a mis ojos al menos, es cómo la cuenta el autor. Encontramos un narrador prácticamente inexistente y Higgins deja la trama en manos de los personajes que, con una naturalidad pasmosa que no se acerca nunca, ni de lejos, al discurso de "nací en un pequeño pueblo de..." del siglo XIX, te cuentan su historia, dan vida a su presente, pasado y futuro. Esos personajes se definen por lo que dicen y como lo dicen, por los pequeños retazos de su vida que dejan caer, por los detalles, por los comentarios y gestos más superficiales. Y así construyen el relato de una manera impresionante. 

Pese a ello, no es una historia apta para personas sensibles. Cogan, Markie, Ardilla y compañía son hombres despiadados que han aprendido a sobrevivir en su entorno. No aparece ningún Sam Spade para resolver el caso en el último momento, ninguna fuerza salvadora, nada más que la cruda realidad. Su realidad al menos.  



RECOMENDACIÓN

Si te gusta Tarantino es tu libro. Si te gustan las novelas pulp, es tu libro. Si te gustan los vampiros, el romance o la fantasía épica, en serio, echa a correr. 

Le doy 3 búhos, sobre un máximo de 5, porque comprendo que no es para todos los públicos.



domingo, 11 de noviembre de 2012

Relato: MUCHACHICA (parte II), por Noel Rodriguez

Pero como decía la canción, «la fuerza del destino nos hizo repetir». Llamé a Muchachica por la tarde y quedé con ella. Quería probar a vernos en otro ambiente, ella y yo solos. Vestidos, para variar. Como un simple juego anticipatorio de todo lo demás. Ella aceptó enseguida. Y parecía contenta. Teníamos una cita. Con el corazón henchido, llamé por enésima vez al Maikel, que llevaba toda la mañana esquivando mis llamadas.

Perdona, tío me dijo. Es que ayer, cuando te fuiste, también conseguí triunfar, y esta mañana estaba muerto.
¡Eres un Don Juan, Maikel!
¡Sí, ya, mira quién fue a hablar! ¡El patito feo! Bueno, va, desembucha. ¿Qué tal la Muchachica? Vaya polvazos echa, ¿eh?
¡Buah, tío! ¡Una fuera de serie! El polvo de mi vida. Y aun así 

domingo, 4 de noviembre de 2012

Relato: MUCHACHICA (parte I), por Noel Rodriguez

Al principio, yo mismo busqué una posible explicación. Debían llamarla así porque era del norte. En mi cabeza estaba claro. La Muchachica, sin duda era una pequeña pamplonica o tal vez una mañica pequeñica, qué sé yo. En mi ignorancia, di por buena aquella simple explicación y ahí me quedé. No tardaría en darme cuenta de mi error.

La vi por primera vez bailando en una discoteca. Destacaba. Destacaba como una luz en la oscuridad, atrayendo a todos los moscardones, polillas y demás insectos, ávidos por conquistarla, por acercarse. Era imposible ser varón y no fijarse en ella. Bailaba con desparpajo, sin complejos, luciendo en todo momento una encantadora sonrisa. Iba sola. No parecía necesitar refugiarse en la comodidad del grupo de amigas. Sabía exactamente lo que quería. Pelo rizado, pelirrojo, se encrespaba justo por encima de los hombros. Lucía un vestidito de color gris brillante con tirantes y que dejaba una buena parte de la espalda a la vista, por no hablar de unas piernazas que la corta faldita volandera permitía exhibir sin pudor: largas, tersas, atléticas. Más señas, solo para machos: interjección de quien no es capaz de articular sonido alguno para describir lo que está viendo; buf, chaval; demasiao pa'l body; un pibón de bandera; lo flipas, tío; vaya jacaPodría seguir, pero espero que os vayáis haciendo a la idea.