Hasta hace muy poco no había leído
nada de Patricia Highsmith. Voy a
confesar el porqué, porque la lee mi madre.
No es que tenga nada contra las lecturas de mi madre, simplemente son “libros
de género”, de secuestros, de forenses, de asesinatos, de muertos y cadáveres y
perros olfateando… Son demasiado CSI
para mí. Así que la pobre Patricia quedó relegada de mi lista de lecturas
hasta que empecé a interesarme por el personaje de Tom Ripley. El resto lo
podéis leer aquí.
Y, si sigo con las confesiones,
debo decir que me encanta como escribe Highsmith. No será una maestra de la
alta literatura, pero es una maestra de
la narrativa, de la ficción. Enlaza hechos, palabras, detalles con una
precisión asombrosa y fue esta admiración la que me llevó, después de leer su
primera novela, Extraños en un tren,
a coger de la biblioteca este libro: Suspense. Cómo se escribe una novela de
intriga.
En este ensayo Patricia Highsmith
da consejos, como diría ella, “auténticos
consejos”, para escritores. Desde la mejor hora para escribir si tienes un
empleo que te impide dedicarte a tiempo completo hasta cómo enfrentarte a un
editor que quiere recortar 50 páginas de tu novela… y también cuando ceder ante
ese editor.
Aquí os dejo unos cuantos.
1.
El placer
de escribir.
“Al escribir un libro,
a la primera persona a la que deberías complacer es a ti mismo.” Pág.9
2.
La
libreta de notas.
“Recomiendo
encarecidamente a los escritores que lleven una libreta para tomar apuntes,
pequeña si durante el día tienen algún empleo, grande su pueden permitirse el
lujo de quedarse en casa. Incluso vale la pena anotar tres o cuatro palabras si
sirven para evocar un pensamiento, una idea o un estado de ánimo. Durante los
periodos estériles conviene que el escritor hojee estas libretas. Puede que de
pronto aluna idea empiece a moverse. Quizá dos ideas se combinarán la una con
la otra porque ya estaban destinadas a hacerlo desde el principio”. Pág. 18
3.
Las
pequeñas distracciones. Nunca, nunca jamás vamos a encontrarnos en esa
situación ideal en la que podemos dedicarnos a escribir a tiempo completo, sin
distracciones, sin interrupciones. Y, si lo pensamos bien, ¡tampoco querríamos
que fuera así! Pero, pese a todo, hay que aprender a dejar esas intrusiones de
lado.
“En cuanto a las pequeñas dificultades de la
vida, las hay a miles. ¿Qué escritor no ha tenido que trabajar con dolor de
muelas, con facturas que pagar, con un niño enfermo en la habitación de al lado
o en la misma habitación, cuando te visitan los parientes políticos, cuando una
relación amorosa acaba de terminar o cuando el Gobierno te exige que rellenes
más y más formularios?” Pág. 52
4.
No tengo
tiempo ya no es una excusa válida. Aquí Highsmith habla de su propia
experiencia y revela sus trucos, quizás a ti también te funcionan. Yo pienso
probarlos.
“Cuando tenía veinte
años y pico me veía obligada a escribir por la noche, ya que durante el día
trabajaba en otras cosas. Me acostumbré a echar una siestecilla sobre las seis
de la tarde, o a poder hacerlo si lo deseaba, y luego me bañaba y me cambiaba
de ropa. Esto me daba la ilusión de disponer de dos días en vez de uno, y,
dadas las circunstancias, me dejaba lo más fresca posible para la noche.”
Pág. 53
5.
El gran
problema del punto de vista.
“Al llegar a la página
veinte el escritor puede encontrarse con que está narrando la historia desde el
punto de vista equivocado. Creo que el punto de vista es el coco para muchos
escritores principiantes, debido a que se han dicho muchas cosas aterradoras
sobre él. Se trata únicamente de sentirse cómodo al escribir, de saber quién
narra la historia. ¿Cómo quedaría mejor contada, desde la barrera o a través de
los ojos de un participante?” Pág. 86
6.
Esquemas
y más esquemas. De este punto hablaremos extensamente más adelante.
“Me parece de lo más
aconsejable que un escritor principiante trace un bosquejo del libro capítulo a
capítulo – aunque las anotaciones de cada uno puedan ser breves – porque los
escritores jóvenes son muy propensos a divagar.” Pág. 55
7.
Si
recibes una carta de rechazo…
“Psicológicamente, es bueno que durante un
tiempo decente lleves luto realmente rechazado, no sólo dos o tres veces – pero
el luto no debe durar más que unos cuantos días.” Pág. 20
8.
Cuando
el editor te pide cambios…
“No es prudente
discutir. Es sorprendente ver cuántos escritores principiantes se enfurecen por
peticiones triviales como éstas o porque se les pide que eliminen un personaje
de un libro. La vida del escritor esta absolutamente llena de ocasiones en que
mostrar orgullo, ocasiones mucho más difíciles e importantes que estas”
Pág. 123
¿Qué os parecen estos consejos? ¿Vais a seguir alguno de ellos?