DESCUBRIENDO Un camino de letras: Recuerdos inventados

sábado, 17 de marzo de 2012

Recuerdos inventados



¿Te acuerdas cuando hicimos un picnic en el parque de la Ciutadella? Fuimos todos juntos y mamá llevaba una cesta donde guardó todo cuanto necesitamos aquella tarde, como si fuera el bolso de Mary Poppins. Extendimos un mantel de cuadros rojos y blancos, nos sentamos alrededor y comimos sandwich. Hablamos de muchas cosas, de cómo nos iba el colegio, qué queríamos ser de mayores, qué no queríamos ser y dónde nos gustaría ir de viaje ese año. Al final fuimos a Perpiñán pero creo que tampoco lo recuerdas. Ahora sólo te acuerdas de cuando eras niño y tu madre te decía que tu hermano lo hacía todo mejor que tú.


                No me importa decirte quién soy cada día y cómo fue nuestra relación en el pasado. Las historias que cuento son muy costumbristas y es que fue así nuestra vida, muy normal. La rutina nos llevaba a todos por un camino ya aprendido y nos gustaba andar por él, aunque a veces resultara cansado. Ahora que recuerdas cómo eras cuando eras niño, debes admitir que el estudio se hacía a veces insoportable. Me dijiste una vez que te hubiera gustado estar más conmigo para ayudarme a entender historia y geografía, matemáticas no, porque tampoco era tu fuerte. Pero tu trabajo era muy absorbente y necesario para que los cinco pudiéramos salir adelante.

                Un día llegaste después del trabajo y te esperábamos para ir a ver una película, habíamos ahorrado los tres haciendo recados para los vecinos del barrio. Fue idea de mamá. Recuerdo que cuando llegaste y nos viste vestidos de domingo, no comprendías qué estaba pasando. ¡La cara de felicidad que se te quedó cuando supiste lo que habíamos preparado! Te dejamos elegir la película, y decidiste ver Luna de Papel. Mamá no dejaba de hacer comentarios y tú la reprendías cariñosamente, pero ella  no lograba entender que un cine no es como estar en casa. Su charlatanería fue más fuerte que su sentido común. Yo en cambio te cogí de la mano, y nos sonreímos, sin hablar ya supimos que nos estaba gustando la película. Mis hermanos eran muy pequeños por entonces, y aunque se cansaron rápido, se comportaron. Todo esto te lo cuento para que te acuerdes al menos en el día de hoy, que estábamos muy unidos, papá.

                Recuerdo lo duro que fue para tí verme crecer. Ningún chico era lo suficientemente bueno para estar conmigo y no querías admitir que aún me veías como una niña y  no como una adulta que ya tenía edad de casarse. Cuando llegó él, te costó al principio porque sabías que sería él y no otro el que se llevara a tu princesa, como tú me llamabas. Pero con el tiempo supiste ver su encanto, y lo bien que me trataba, lo que me quería. Entonces lo aceptaste y te entraron las ganas de tener nietos.

                Ahora estoy aquí contigo, contándote todas estas cosas y engañándome a mí misma. Porque nada de todo esto fue real. Sino más bien lo que esperaba una niña de su padre. Pero yo te he perdonado y no quiero que te vayas de este mundo siendo consciente del daño que hiciste a todos los que te rodeaban. Suficiente tienes con acordarte del desprecio que te tenía tu madre. Prefiero que te vayas con la idea de que fuiste muy diferente a ella y nos trataste con mucho amor y cariño. Yo misma me he quedado con estos recuerdos inventados, porque así duele menos. Es cierto que me he aprovechado de tu condición para encontrar la manera de quererte un poquito. Te veo ahora tan indefenso, tan feliz cuando te cuento estas cosas que no he podido dejar de inventar.

El día que no estés quiero que sepas que te recordaré tal y como eres ahora, porque es ahora cuando ríes de verdad y me abrazas con el alma.  

7 comentaris:

Silvia dijo...

Me gusta tu escritura Mela. Enseguida entiendes las emociones descritas. Un abrazo lleno de cariño. Silvia

Melanie Rostock dijo...

¡Gracias Silvia! Es muy importante para mí recibir comentarios de todo lo que escribo para saber qué efecto causa en los demás. Me alegro mucho de que te haya gustado. Por cierto, yo también he leído algunas entradas tuyas, como la vida misma! Deberías dedicarte. Hazme caso, apúntate a un curso de escritura, aprenderás mucho y te lo pasarás muy bien.

escoltainvisible dijo...

Es brutal, Melanie, en serio.

Melanie Rostock dijo...

¡Gracias Noel! A ver si me salen más relatos, por lo menos puedo contar con los tuyos que son geniales. Sigue así.

Pandora dijo...

¿Sabes como haces sentir a la gente cuando escribes? Los haces volar por un mundo en el que tu eres la protagonista, donde nos sentimos igual que tu. Nos haces movernos como títeres por un mundo de sentimientos inciertos. Melanie, has hecho mover el corazón de este títere.

Melanie Rostock dijo...

Hola Pandora, ¡muchísimas gracias por tus palabras! Así da gusto seguir escribiendo :) Un fuerte abrazo.

Rimbo dijo...

En verdad es hermoso lo que haces y como lo haces, tu forma de escribir. Me da gusto haber llegado hasta este lugar. Saludos.

http://reflexamientosxrimbo.blogspot.com.ar/

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